El Saprissa eliminó con poco al Santos
Gigante 0-0 en Tibás, los morados van a la final y los guapileños dijeron adiós.
Kenneth Hernandez
diarioextra.com
Tibás.- Vivir de los ahorros le resultó suficiente al Saprissa para alcanzar la final del Torneo Verano y eliminar a un limitado Santos de Guápiles que de inquietar no pasó.
La “S” batallará por el título nacional tras dejar la imagen de un equipo conformista, predecible y sin pegada, lejos de ser aquel club contundente y avasallador.
No marcó goles, perdió a su referente en ataque y se enemistó con su afición que recriminó con una silbatina el escaso brillo que mostró en su cueva.
Pobre
Cocinado en agua tibia, de poco sabor y atractivo a la vista, bajo tales circunstancias se manejó el choque, que careció de la intensidad que ameritaba una semifinal.
El equipo morado dio signos de excesiva tranquilidad en su césped, contrario a su oponente, que fue el más apurado y a la vez el menos afortunado en ataque.
Bien pudo marcar un tanto el cuadro guapileño, al que como en otras ocasiones le faltó esa pegada sólida en la mandíbula para tumbar al contrincante.
La mala noticia para los saprissistas llegó en el primer tiempo, al minuto 18 el goleador Alejandro Sequeira terminó en el suelo a raíz de un desgarro en la pierna izquierda.
Sin la pólvora de su mejor cañonero, la “S” replanteó su juego con Josué Martínez, quien evidenció la ausencia de un socio para llenar el vacío que dejó Sequeira.
Igual le pasó al pequeño Allan Alemán, quien carburó a medias al ingresar en el complemento.
Si con 11 piezas se vio a medio gas, el cuadro tibaseño bajó su calidad al quedar con 10 tras la expulsión de Fernando Paniagua por golpear a Johnny Acosta.
El conjunto caribeño tuvo mayor posesión de pelota e insistencia sobre la meta de Keilor Navas, luchó, apretó y disparó pero la novatada de buena parte de sus jugadores le impidió agrandarse.
Sin más arrestos que esperar el pitazo final, el Saprissa pagó el peaje y entró a la carretera, donde se topará de frente a San Carlos. Peleará el cetro con cara de preocupación.
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